Atendiendo a estas ocho inteligencias de las que nos habla Howard Gardner, tiene que haber cambios en el sistema educativo para poder estimular y desarrollar las mismas, ya que, hasta hace bien poco, los colegios sólo se preocupaban por desarrollar la matemática y la lingüística.
Partiendo de la base de que cada alumno tiene más o menos desarrolladas unas inteligencias que otras, y que todos somos diferentes, por lo tanto, cada uno aprendemos de una forma distinta, la cosa se hace más difícil.
¿Cómo dar respuesta a todos nuestros alumnos?¿Cómo respetar el ritmo de aprendizaje de cada uno?¿Como trabajar todas y cada una de las inteligencias que tenemos, dándoles la misma importancia?
Para ello, han surgido nuevas y diversas metodologías que tratan de respetar al máximo el ritmo de la clase, dando respuesta a las necesidades individuales de cada uno de sus alumnos, favoreciendo el desarrollo de todas las áreas, y partiendo de las inquietudes de los niños, para no perder nunca de vista el gran motor del aprendizaje significativo: la motivación.
La metodología por rincones, el trabajo por proyectos, el trabajo cooperativo, el aprendizaje basado en la experimentación y en los centros de interés...todos ellos son ejemplos de cómo los colegios pueden adaptarse a estos nuevos cambios que, no solo se reflejan en la educación, sino en el mercado laboral, en forma de unas actitudes que se buscan y se valoran (no solo unos aprendizajes adquiridos), y en la sociedad, que cambia día a día con cada uno de los estudios que se llevan a cabo.
En este blog hablaremos de todas estas metodologías y de cómo llevarlas a cabo; de las actitudes a desarrollar en nuestros alumnos y de las actividades que las potencian y de las nuevas teorías que van surgiendo y ampliándose para seguir conociendo a fondo el tema.
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